The Corner Shop - Tilda

26/5/15




Desde hace un par de años me he aficionado al scrapbooking. Bien, para ser exactos,  hacer álbumes de scrap más o menos ya lo venía haciendo desde siempre ( y cuando digo desde siempre, me refiero desde mi adolescencia, cuando recortaba fotos y les ponía adornos, comentarios, etc... ). Como digo, desde hace dos años, con el propósito inicial de acompañar a mi hija a diferentes talleres de scrap ( qué importante es buscarles un hobby a nuestros pre-adolescentes!! ), al final he acabado por sucumbir a este hobby.


Lo mío, sin embargo, no es hacer álbumes para colocar fotos; es más, tengo una buena colección de álbumes que he hecho en diferentes talleres y no he puesto fotos en ninguno. Para mi mente ordenada ( como buena Aries que soy jajaj !!! ), prefiero los álbumes Hoffmann: buena calidad de fotos, excelente diseño, todos iguales _quedan muy ordenaditos en la estantería_ y, sobretodo, utilizan la tecnología de impresión de la empresa en la que trabajo...



A mi me gusta alterar objetos, crear objetos decorativos o explicar una historia con papel, cartón y adornos. La de hoy es una historia de una tienda encantada: THE CORNER SHOP.

La fachada principal de esta tienda ya nos indica qué vamos a encontrarnos: un ambiente shabby-chic de lujo exquisito. Plumas de marabú, chantilly, perlas y filigranas de madera nos indican que nuestra visita a la tienda será única!
Los banderines de la puerta nos invitan a  entrar; están suspendido sobre unas paredes de cartón que simulan  madera y la pintura acrílica ayuda a darle este ambiente super-shabby-chic.


El aparador 3D nos muestra lo que vamos a encontrarnos en su interior: todo un despliegue de objetos preciosos que invitan a dejar volar nuestra imaginación. El bouquet de flores es extraordinario y un coche antiguo con un conejito blanco como conductor nos dan la bienvenida. Las bailarinas se mueven graciosamente al son de una caja de música...  ¿Entramos?



En la primera planta, podemos encontrar la pastelería... deliciosos pasteles de todos los gustos y colores..realmente es el Cielo de los Pasteles, como indica el cartel de la puerta. También podéis ver el extenso surtido que tienen en la carta de postres. Los mantelitos son de lino blanco con puntillitas e invitan  a relajarse y tomar una deliciosa porción de tarta. Todo es lujo y refinamiento en esta tienda !!


En la segunda planta de esta tienda encantada encontramos el bosque de flores. Rosas blancas y rosas en un ambiente bucólico... mmmm, me llega hasta aquí  el aroma de las flores.  La decoración de esta tienda es exclusiva; incluso en el cartel de entrada lucen perlas a juego con la tapicería de la tienda... ¿no os parece extraordinario?. El color de las flores se funde con los cánticos de un pajarito exótico... ¿estaremos soñando?


Por último, en el ático podemos ver la fabulosa tienda mágica de juguetes, que salen por doquier.  Hay aviones suspendidos del techo y caballitos de madera como los de antaño... Y, ¿habéis visto que preciosidad de casa de muñecas?¿ Quién de vosotras no ha soñado con tener una así??... ¿ y los troquelados de muñecas??. Son divinos!!!



Los tres pisos de la tienda están encuadernados manualmente; todo es Tilda World, incluso las telas, que hacen conjunto con todos los papeles. Todo está realizado desde cero, solo cartón, papel y telas.



Y, por supuesto,  una tienda tan delicada y exclusiva, debe de estar protegida de las inclemencias. La funda está hecha a medida del álbum, con telas Tilda de la misma colección, utilizando la técnica de cartonaje.


Espero que hayáis disfrutado con este paseo tanto como yo he disfrutado haciendo este álbum decorativo... Hasta pronto!!!



El Jardín de la Abuela / Grandma garden

22/5/15



Mi abuela cumplió 90 años el pasado mes de Octubre. La suya ha sido una vida llena de vivencias y vicisitudes; vivió la Guerra Española siendo una adolescente y tuvo que ayudar a sus padres a reconstruir casa, propiedades, etc.. en la devastadora post-guerra. Realmente, no hay nada peor que una Guerra Civil; al final, nadie es ganador... todos son perdedores.
Por lo tanto, hija de la miseria, hija del aprovechamiento, hija de la cartilla de racionamiento. Se casó muy joven y aprendió a ser una excelente ama de casa...de aquellas que con dos patatas y un trozo de carne te hacían un guiso con todos los sabores y olores posibles. Yo le he visto hacer de todo; poner la mesa cada día para más de 20 personas, atender marido e hijos a la vez, llevar el negocio familiar y, después de agotadoras jornadas de trabajo; ponerse los tacones, pintarse los labios de rojo carmín y salir a bailar con mi abuelo.


Y, claro, también sabe coser... y mucho!. Ha tejido lo que no está escrito, ha zurcido, cosido todo lo que os podáis imaginar; todavía hoy en día es capaz de darle la vuelta al cuello de las camisas para darles una nueva oportunidad!!!. Tiene en casa una SINGER del año de la tana que solamente ella entiende y que es su extensión natural a la hora de coser.
Cuando la veo a ella, pienso que nosotros, que somos hijos de la opulencia, hijos del envase de plástico deberíamos, son toda certeza, volver un poco a esos tiempos.


Hace ya unos años, le puse por delante un reto; le corté pacientemente cuadraditos de tela ( de restos, obviamente), y le preparé una cantidad ingente de hexágonos. Y ella lo consiguió... aquí tenéis su Jardín de la Abuela.


Como no podía ser de otra manera, está íntegramente cosida a mano. Las flores que conforman el Jardín de la Abuela no siguen ningún patrón establecido... simplemente las ha ido juntando una con otra hasta conformar un mosaico multicolor.



El tamaño de la colcha es muy considerable; no llega a un King Size, pero diría que se acerca mucho al Queen Size.


De hacer el sandwich, quilting y posterior binding, nos hemos encargado mi madre y yo. El haber colocado una greca lisa de una tonalidad fuerte ayuda a resaltar todas las flores que conforman este Jardin de la Abuela.
Y, como no podía ser de otra manera, esta foto nos encanta a todas las quilters... la colcha acabada y doblada...






Un detalle del acolchado



Y la firma final, para que guardemos un recuerdo que pasará, sin duda alguna, a nuestras generaciones venideras.



Gracias, Mamaría!!